Entro a Ecuador por el Oriente, el rio San Miguel hace de frontera natural con Colombia.Cruzo el puente y un cartel me da la bienvenida a un nuevo país.

Hay muchos Venezolanos haciendo cola para entrar.La Cruz Roja reparte comida en la misma frontera para estas personas.Lo que tengo claro es que nadie se va de su país por gusto.Yo me fui pero sé que volveré , ellos no.
La región a la que entro se llama Sucumbíos, es parte de la Amazonia ecuatoriana, la humedad y el calor es más fuerte, cuesta pedalear.Al mediodía hay que parar porque el sol te deshidrata.
Empiezo a subir muy lentamente, la vegetación es muy densa, se respira Amazonía.
Un Tucán aparece frente mi, se posa sobre un árbol para luego irse volando.Desde Panamá que no veía uno y creo que ya no veré más porque me voy directo a los Andes.
Los pájaros de colores son todavía una constante, pero no por mucho tiempo, en pocos días también desaparecerán.
En un pueblo llamado Lumbaqui , a unos 80 km de la frontera, cruzo por primera vez la línea del ecuador desde que empecé en Alaska el viaje.No hay nada que te indique que estás pasando por el ecuador de la tierra, me doy cuenta luego mirando el mapa.Mi primer paso por el ecuador y no me hice la foto.
En Lumbaqui me fui a refrescar al rio Aguarico, en cuestión de minutos el nivel del agua empezó a subir y tuve que salir corriendo.Cuando entré el camino estaba seco, pero cuando salí el agua me llegaba por las rodillas.Si no me hubiera dado cuenta y hubiera tardado un poco más no se que hubiera pasado.
Sigo subiendo hasta un pueblito llamado El Reventador, desde allí se puede apreciar la cascada de San Rafael, la más alta de Ecuador, de 150 metros de altura.Allí duermo en el Coliseum para el día siguiente ir a ver la cascada.
Como todo en la vida, cuando oyes hablar de algo, siempre te creas expectativas y eso me pasó con la cascada.No la vi tan espectacular como seguramente lo es.Hay un mirador y desde la altura ves la caída de agua que viene desde una zona selvática.

Sigo subiendo junto al río Quijós, ya son tres días de subida, se me hacen muy duros.
Paso junto al volcán Antisana, la lluvia y las nubes no me dejan ver esta majestuosa montaña de 5753 metros pero si que puedo observar como el agua cae formando cascadas junto a la carretera procedente del glaciar.Por lo menos agua para beber no me falta.La temperatura es fría, sigue lloviendo y no paro de subir.
En Papallarta, 3128 m, hay unas termas naturales de agua caliente procedente de los volcanes.La entrada cuesta 2 $.Es un sitio ideal para descansar y recuperar fuerzas para afrontar el último tramo y alcanzar el Páramo de la Reina,4062 m, mi primer paso de montaña a más de 4000 metros de altura. Estoy exhausto pero contento, han sido 4 días de subida, desde 300 metros que estaba en el rio San Miguel hasta los más de 4000 en lo alto del páramo, es mucho desnivel pero al hacerlo en 4 días pude aclimatarme bien y no tuve problemas de mal de altura.
Mi primer paso de más de 4000 metros y no pude disfrutar mucho, ya que el viento que hacía era muy fuerte y el frio me dejaba seco.Me hice la foto y corriendo empecé el descenso, en poco tiempo bajé a los 3000 metros , allí el sol calienta más.Me fui directo a Tumbaco, a la casa ciclista de Santiago Lara.
Santi me recibió con los brazos abiertos, allí me encontré con más cicloviajeros, con colombianos, italianos, venezolanos y con un español, el Bicicleting (Javier).Fue una sorpresa no me esperaba encontrarlo aquí.Javi está dando la vuelta al mundo, lleva 8 años y le queda solo subir a la Ártico.
Paso unos días muy buenos, comiendo en el mercado y paseando por Quito.Intercambiando información con los demás viajeros y reparando la bicicleta.

Después de diez días parto rumbo al Cotopaxi, por una ruta de camino de piedras, tipo calzada romana.Son dos días que me dejan las muñecas doloridas por el constante vibración que me produce pedalear por este camino.Al pasar por Santo Domingo de Pintag, mi última aldea antes de llegar al Cotopaxi, veo por primera vez el volcán a lo lejos.
El camino pasa a ser tierra y barro, estoy en época de lluvias, eso dificulta el pedaleo.En ocasiones me toca empujar la bicicleta, es un trayecto duro pero el entorno es espectacular. No pasan coches, voy pasando por caseríos donde pastan los toros y voy alternando el sol y la lluvia.






Al llegar a la zona del Parque Nacional de Cotopaxi decido acampar antes de la entrada norte al parque.Hay una zona de pasto con agua del rio, ideal para acampar.
Me encaro con la tienda al Cotopaxi por si decide asomarse, pero de momento está cubierto por las nubes.Me cocino un poco de pasta y a dormir.
El día amanece nublado, recojo la tienda y cuando ya estoy listo para partir, el Cotopaxi se deja ver.Es una gran mole de 5893 m, lo mejor es que lo tengo enfrente de mi y mientras pedaleo lo tengo delante.Que belleza, estos momentos son los que soñé antes de hacer el viaje.Voy parando, haciendo fotos y disfrutando de la vida.





Mi siguiente destino es la laguna Quilotoa, que está dentro del Volcán Quilotoa, de 3980 m de altura.Para ir hago un rodeo pasando por Sichos.Vale la pena desviarse, es una carretera de montaña, sin tráfico y muy bonita.En ocasiones me tenía que parar para observar el paisaje verde, rural y lleno de vacas, parecía Suiza.Cuando te toca subir pero la carretera es preciosa, te cansas la mitad que si es fea.






Al día siguiente llego a Quilotoa, después de una subida que me ha desgastado totalmente, llego sin fuerzas.Busco un lugar un poco apartado para poner la tienda.Una vez montado el campamento, me quedo contemplando la Laguna desde arriba del cráter, es de color turquesa.
Los indígenas van pasando por delante de mi campamento.Hay unas aldeas a unos kilometras de aquí.
Es la primera vez que los niños me piden dinero desde que estoy en Suramérica.Veo pobreza y una vida muy dura, debido a las condiciones del frío.
No se puede cultivar mucho debido al frio, sólo papa y habas, eso hace que la vida de autosuficiencia sea muy dura.
Ser pobre y vivir a 4000 metros te quita la sonrisa.
Antes de llegar a Lacatunga paso por mi segundo paso de montaña por encima de los 4000 metros, exactamente 4002m.
En Lacatunga cambio mis cámaras (tubos) de las ruedas porque en los últimos días estoy pinchando demasiado.
En la ciudad de Ambato me desvío dirección al Chimborazo por una carretera secundaria, junto al rio Ambato, muy bonita, con mucha vegetación y sin tráfico.
La aldea Llangahua es la última aldea con tienda donde comprar comida antes de llegar al Chimborazo y desde donde se puede ver este volcán.
El Chimborazo es la montaña más alta de Ecuador, 6268 m.También es la montaña que está más cerca del sol del mundo, debido a que se localiza muy cerca del eje de la tierra.
A partir de LLangahua no dejo de ver el Chimborazo enfrente de mí. La carretera es preciosa.La sensación de pedalear a 4000 metros es única.El paisaje ha cambiado, la vegetación a desaparecido y se ha convertido en piedra y arena.Parece Marte.
Acampo a 4250 metros de altura, me desvío unos 200 metros de la carretera.Busco un sitio donde no me vean y pongo la carpa mirando al Chimborazo.Me quedan 3 horas de luz y no hay nubes.Las vicuñas pasean alrededor mío.Me siento, preparo algo para comer y disfruto de la naturaleza.
Al rato el viento empieza a soplar fuerte, entro a la tienda y sigo contemplando El Chimborazo.No me canso.
Me doy mil gracias por haber cerrado la puerta de mi casa e irme a viajar en bicicleta, vivir en una tienda de campaña y disfrutar de las maravillas que te da la naturaleza.De ser nómada en pleno siglo XXI.
A la mañana siguiente el viento no ha cesado, es más fuerte.Tengo problemas para recoger la tienda y ni de coña puedo prepararme algo para desayunar.
Sigo subiendo hasta los 4.400 metros de altura, mi récord.Nunca he estado tan alto con la bicicleta.Después ya es bajada hasta Gamote, un pequeño pueblo junto a la Panamericana.
Me despido de la ruta de los volcanes, la más bonita de Ecuador.

En Ingapirca conocí Voy la civilización Cañari, en un asentamiento que hay.
Los Cañari fueron conquistados por los Incas y luego se aliaron con los españoles para luchar contra estos.
Los Cañari adoraban a la Luna a diferencia de los Incas que adoraban al sol.
En Cuenca paro para descansar y dejar que pasen los días de lluvias. Estoy 6 días en un hostel baratito ( 5 $ ) en pleno centro.La ciudad es muy bonita, el centro es patrimonio de la Unesco.Me recuerda a España.
No para de llover, los siguientes días los paso lluviosos.
En el pueblo de Saraguro me encuentro con Los Saraguros, son una gente muy especial.Nunca fueron conquistados por los españoles, visten de negro tanto los hombres como las mujeres.Ellos siempre llevan puestos pantalones cortos y una larga trenza.Siempre llevan puesto un sombrero.
Cuenta la leyenda que van de negro porque están de luto desde que los españoles mataron a Atahualpa, el último soberano Inca.
En Loja me quedo 10 días en casa Alex, un Couchsurfing que me permite quedarme en su casa esperando que pasen los días y que termine la temporada de lluvias.Queda mucho todavía pero voy ganando tiempo, hasta abril llueve y estoy a mediados de febrero.
Loja es una ciudad pequeña y sin turismo, en eso radica su belleza.Se puede ver la vida cotidiana de los ecuatorianos.
La frontera a la que me dirijo es La Balza, es una frontera alejada de todo. Tiene un acceso difícil por carretera de tierra , fuerte pendientes y aldeas donde parece que el tiempo se haya parado.Salí de casa buscando aventuras y La Balza la tiene.
Tras varios días de pedaleo por un paisaje hermoso, al principio andino pero luego selvático, paso de los 2100 m que estaba en Loja a estar por debajo de los 1000 m en la Balza.
La ruta está llena de derrumbes debido a las fuertes lluvias.El calor y los mosquitos vuelven a mis últimos días en Ecuador.También los días de perros que me toca empujar la bicicleta pero justamente estos luego son los que con más cariño recuerdo.Así somos los cicloviajeros.
Llego a la frontera tras dos subidas muy fuertes, una para llegar a Zumba y otra para llegar al puesto militar que hay antes de la frontera.Eso hace que llegue exhausto a La Balza.
La frontera es muy tranquila, sin problemas me sellan la entrada a Perú para 6 meses.Tiempo más que suficiente.
última acampada en los Andes ecuatorianos Aldea Derrumbe arreglado La Balza Paso fronterizo
Ecuador es un país muy bonito para pedalear, es duro, subes y bajas pero es precioso.Es un país pequeño con tres climas muy marcados, la costa, la sierra y la selva.
En definitiva , lo recomiendo para recorrerlo en la bicicleta, es fácil acampar y es seguro.
¨ Sólo lo desconocido aterroriza a los hombres, pero lo desconocido deja de serlo para quien lo encara.»
Saint-Exupéry